Autor Alexánder Sánchez Upegui Editor. Contacto: asanchezu@ucn.edu.co
Ha dicho el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior, ICFES, que las revistas científicas son el medio por excelencia de la comunicación en el campo de la ciencia y de la tecnología. Desde esta perspectiva, un reto fundamental se le plantea a la Revista Electrónica U-Zine de la Fundación Universitaria Católica del Norte: enrutarse con paso firme hacia las condiciones de calidad científica y editorial que la comunidad académica exige a las publicaciones universitarias. En este contexto, veamos algunos de los indicadores de la calidad editorial de una publicación de naturaleza universitaria:
En la medida en que el Consejo Editorial y los articulistas respondan a las necesidades de información de los lectores en un campo específico, y a la vez, con su producción escrita aseguren a la ciencia una presencia en la cultura, estaremos dando pasos significativos para cumplir con dichos indicadores de calidad editorial. De esta manera podremos aspirar a que los contenidos de la Revista de la FUCN sean calificados por nuestros pares como "saberes certificados". Con respecto al deber de responder a las necesidades de información, en el ámbito académico existe un consenso muy definido sobre la tipología de los documentos que se esperan sean publicados por las revistas universitarias y científicas. Veamos cuáles son:
Al margen de los parámetros de calidad de las publicaciones seriadas universitarias y de la tipología de los textos publicables, se nos plantea otro reto directamente relacionado con la producción del saber: escribir. En este sentido, es frecuente escuchar a investigadores, docentes y estudiantes decir: "no tengo tiempo para redactar", "los investigadores no sabemos escribir", o: "mi fortaleza es la investigación, no la escritura". Realmente se trata de prejuicios que dificultan la construcción de significados, más aún, en muchos casos la resistencia a la redacción tiene que ver con el hecho de que los integrantes de la comunidad académica deben escribir artículos comprensibles a partir del cúmulo de información que poseen, y al cual se han apegado emocionalmente. Valga decir lo siguiente: por una parte hay que pasar por la escritura si se quiere que el ejercicio de lectura o el trabajo investigativo esté completo, es más, la comunidad universitaria no sólo debe producir conocimiento, sino difundirlo, este es un imperativo ético; y por otra parte, dicha comunidad, como productora del saber cuyo soporte es el texto escrito, está llamada a indicar la dirección que debe seguir el lenguaje. Así, la labor investigativa o académica no se circunscribe únicamente a la experimentación o al logro de resultados, ella implica escribir para dar a conocer dichos logros a la opinión pública. En otras palabras, darse a la tarea de informar la ciencia. En efecto, al final de un proceso de investigación hay un deber: dar a conocer lo que se ha descubierto o comprendido. Sin duda, este es un momento difícil porque está atravesado por la escritura, la cual es un proceso que exige búsqueda de información, tiempo, trabajo y disciplina para encauzar la mente volátil. En palabras del periodista Manuel Calvo: "Ciencia que no se divulgue, no es ciencia". De tal suerte, es una de las tareas de la comunidad universitaria, por medio de la escritura, propiciar el diálogo entre el conocimiento y la sociedad. Sea este editorial una motivación, un reto y una invitación a escribir, a construir significados que eleven los estándares de calidad de la Revista U-Zine y posicionen aún más a la Fundación Universitaria Católica del Norte.
|